miércoles, 10 de agosto de 2011

Bitácora 10/08/2011


El "Proyecto Ludoteca" que se formula en el marco del Plan "Aprender Trabajando" llevado a cabo en el Centro de Recursos (En adelante "Cre") de la Escuela Normal Superior Nº 1 en Lenguas Vivas"Pte. Roque Sáenz Peña". Implicó e implica, para quienes nos estamos formando como futuros docentes, el poder abrir nuestras cabezas a un tipo de acción que no tiene como finalidad primera la enseñanza sino que ésta se desprende de la acción en sí misma. Y donde sí es importante, casi exclusivamente, el carácter lúdico de las propuestas. Y esto es un desafío muy interesante porque tanto nuestra formación dentro del profesorado como la mayoría de las corrientes que circulan actualmente dentro de las aulas y salas nos dicen que jugar es una excelente herramienta. Y lo que plantea la apertura de una Ludoteca como nuevo espacio institucional es que además, es una excelente finalidad y sobretodo un hermoso proceso. 
Todo muy lindo. Hasta ahora. 
Gestar un proyecto de cero en cualquier ámbito, es siempre un desafío. Si se realiza con cabeza y alma indefectiblemente se llegará siempre a la contradicción, los errores, la pérdida de fuerza, los caminos en círculos. Tal vez porque de esto estamos hechos los hombres (y mujeres, claro. No sé hasta dónde aclarar no separa.) Y es tal vez por esto que luego de la contradicción se fijan caminos comunes, que tarde o temprano acertamos, que luego de tres vueltas a la redonda podemos decir que conocemos bien ese camino y estar preparados para tomar otro. 
En este momento, siento que, hay muchas almas y cabezas trabajando. Muchas. Y tal vez lo mejor sea organizarnos mejor, o de otra forma. Porque lo cierto es que cada material y/o propuesta que se plantea debe pensarse desde muchas perspectivas. Hace poco nos sucedió que una de estas se nos perdió de vista. A todos. Y esto nos implica volver sobre este material, que se creía terminado, por tercera vez.
 Tal vez organizados así donde una vez que las propuestas se lanzan cada uno toma algo para hacer, que tiene mucho que ver con lo planteado el año pasado como organización del Cre. Es decir, a sabiendas de que todos vamos por el mismo camino, perseguimos el mismo objetivo, cada uno fue encontrando qué actividad o "sub-proyecto" le copaba más y así nos dividimos el trabajo. Siento que este año es distinto y entonces se hace necesaria otra forma de organización porque además los tiempos son distintos. Se me ocurre que podríamos probar separándonos en comisiones. No por proyecto de quincena sino algunos que piensen, otras que vean cómo y con qué y armen el modelo, y otros que hagan. Es sólo una idea, una gota, en medio de una tormenta.

sábado, 30 de julio de 2011

Hola comunidad del Cre.

Esto de la Bitácora me vino al pelo. Cuando me compré el cuaderno, sobre el que volqué y voy a volcar algunas cosas que también se podrán leer acá, me atolondraba la pura potencialidad del asunto. Pero la primera hoja se llenó sin que yo pudiera mediar al respecto. Y acá va un pequeño resumen.
Es esto del alumno activo lo que más admiro de esta experiencia. La posibilidad de ser actriz protagonista de una obra que se escribe mientras se actúa. Y porque uno de los reclamos que más se escucha hacia la carrera que estudiamos está íntimamente relacionada con lo que acá sucede: El gran lugar que tiene la teoría y el que le queda a la práctica. En una carrera que prepara casi exclusivamente para la práctica y no otra cosa. Que la teoría es importante y es alimento básico de dicha práctica no tiene discusión, pero ¿no es acaso contradictorio que preparados y capacitados para ver al niño como una subjetividad en construcción (es decir que no existe “la forma del alumno”, “el modelo”, “la infancia” sino todo esto pero en plural) el contacto con la posibilidad de otorgar un sentido concreto a dicha teoría salido de una experiencia concreta y personal con grupos de niños es muy pequeño en relación a las 35 materias restantes que componen la carrera?
Pero la idea de alumnos activos que se desprende del trabajo en el Cre, no está sólo ligada a acción en sí misma. Es la posibilidad de pensar. De dar vueltas y más vueltas en torno a una problemática o cuestión relacionada más explícita o implícitamente con la educación. Y de aportar lo que cada uno sabe, lo que cada uno trae consigo. Porque cada tanto vuelve a mi mente algo que Meli dijo casi al final del año pasado. Algo como “Porque aprendí que es importante que el docente tenga criterio y sea fiel a este”.  Y en eso estamos.
Abro este espacio para compartir. Lo obro como un paquete de galletitas dulces surtidas. Y esto es así por varios motivos:
                      ·         El primero esta íntegramente relacionado con la línea inicial, cuando uno no desea compartir se compra un alfajor. 
                      ·         Segundo porque funciona como la caja de bombones de Forrest Gump, aquí uno tampoco sabe con exactitud qué le va a tocar. Y además es más barato, podría decirse que el  Surtido Bagley es la caja de bombones del subdesarrollo.
                      ·         Y finalmente, porque deseo dejar sentado en algún lugar la bitácora de este viaje en construcción. La relación entre esto y las galletitas es que algunos aspectos de la realidad se parecen a las rellenas del paquete, que son siempre las primeras en acabarse. Mientras que existen otros aspectos comparables con aquellas galletas de vainilla que saludan desde el fondo  y raspan la garganta o se pegan en las muelas. Pero uno se las come igual, que joder.